Bélgica prohíbe los delfinarios: una victoria histórica para los derechos de los animales
El gobierno belga ha tomado una decisión histórica: la prohibición definitiva de los delfinarios en el país. Esta medida convierte a Bélgica en el séptimo país del mundo y el cuarto de Europa en adoptar una legislación que pone fin al cautiverio de delfines. La iniciativa, liderada por el ministro de Bienestar Animal de Flandes, Ben Weyts, supone un paso decisivo para el bienestar de los cetáceos, reconociéndolos como seres sociales, inteligentes y sensibles.
Con esta prohibición, el delfinario Boudewijn Seapark de Brujas, el último activo en el país, deberá cerrar antes de 2037. Sin embargo, Weyts ha señalado que el cierre podría adelantarse. Hasta entonces, el espacio deberá aplicar mejoras inmediatas en las condiciones de vida de los siete delfines que actualmente alberga, como la construcción de una piscina al aire libre antes de 2027. Además, se prohíben la cría y la importación de nuevos delfines, y el delfinario estará sometido a inspecciones periódicas hasta su clausura definitiva.
30 años de lucha por la libertad de los delfines
Esta medida culmina más de tres décadas de trabajo por parte de organizaciones como GAIA, que desde los años 90 han liderado campañas para acabar con el cautiverio de cetáceos. Esta lucha ha contado con el apoyo de figuras destacadas como la antropóloga Jane Goodall, Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas, y Ric O’Barry, exentrenador del famoso delfín Flipper, quien se convirtió en un referente del activismo contra la cautividad de estos animales.
Desde 1999, GAIA ha logrado importantes victorias, como el cierre del delfinario del zoológico de Amberes, y ha defendido el fin del cautiverio en diversas audiencias en el Parlamento Flamenco. Esta nueva medida representa la culminación de una trayectoria comprometida y envía un mensaje claro: “Los delfines, criaturas inteligentes y sensibles, no deben sufrir para nuestro entretenimiento. El cautiverio pertenece al pasado”, afirma Sebastien De Jonge, director de operaciones de GAIA.
Una medida alineada con la voluntad ciudadana
La prohibición de los delfinarios en Bélgica refleja la opinión de la mayoría de su ciudadanía. Según una encuesta de Ipsos encargada por GAIA en abril de 2024, el 91 % de los valones y el 85 % de los habitantes de Bruselas apoyan esta medida. Con esta decisión, Bélgica se une a otros países como India, Costa Rica, Chile, Croacia, Eslovenia y Chipre, que ya han prohibido el cautiverio de delfines.
Santuarios como alternativa ética
Una vez que el Boudewijn Seapark cierre definitivamente, los delfines que aún permanecen en cautiverio deberán ser trasladados a santuarios especializados, como el proyecto en desarrollo en la isla de Lipsi, en Grecia, respaldado por GAIA. Estos santuarios ofrecen un entorno semi-natural, más cercano al medio marino, donde los cetáceos pueden recuperarse y vivir con dignidad, sin fines de exhibición.
¿Por qué los delfines no pertenecen a los delfinarios?
Los delfines son animales sociales e inteligentes que necesitan grandes extensiones de océano para nadar libremente y desarrollar comportamientos naturales. En cautiverio, estos animales están confinados en espacios miles de veces más pequeños que su hábitat natural, lo que les impide explorar, socializar y realizar actividades esenciales para su bienestar.
En el océano, los delfines pueden nadar hasta 100 kilómetros al día y sumergirse a profundidades de 200 metros. En cambio, en cautiverio, a menudo desarrollan comportamientos estereotipados causados por el estrés, la falta de estimulación y la imposibilidad de vivir como deberían hacerlo en libertad.
La reflexión desde la Associació Vegana de Catalunya
Esta prohibición es un ejemplo inspirador que demuestra que el cambio es posible cuando la sociedad se une por una causa justa. Los zoológicos y delfinarios no son espacios de aprendizaje, sino lugares que perpetúan la explotación animal.
Desde la Associació Vegana de Catalunya, animamos a la sociedad a asumir responsabilidad y apostar por alternativas más éticas, como visitar santuarios de animales, donde se promueve el respeto y la conexión con la naturaleza sin causar sufrimiento.
Bélgica nos muestra el camino hacia un futuro más compasivo, donde la libertad y el bienestar de los animales son prioritarios. Seamos motor del cambio y avancemos hacia una sociedad que reconozca que los animales no son objetos para nuestro entretenimiento.
¡Infórmate y actúa! Descubre más en la web de GAIA y de Dolphgin Project
Únete al movimiento para acabar con la cautividad animal.